La forma de vida cambia, no mas bien la forma de vivirla es la que cambia, uno se embrutece con muy poco y sin saber deja lo mejor para otros, así es el hoy del que temía en un ayer, pensamientos que se han trasformado y se materializaron o cambiaron de propósito, otros solo se olvidaron.
Es agrio y doloso lo que se ve hoy en día, aglomeraciones de seres humanos que practican un acervo de vicios empedernidos aceptados por una sociedad culturalmente carente de virtudes y destrezas dormidas, seres que dominadas por la comodidad son arrastradas por el caudal de la mediocridad, con la que se logra un bienestar momentáneo y se forma un concepto erróneo de «felicidad», acompañando la cotidianidad se ve la muerte a la vuelta de la esquina, hoy es tan normal que pareciera que es aceptada con sabia naturaleza, pero no lo es así, solo es enajenación y «hacerse de la vista gorda» hasta que pasa dentro del circulo familiar, solo entonces si es grabe, Pánico y risas es la canción de siempre en las calles, mientras tanto niños aprenden lo cotidiano y la hermosa vida sigue.